sábado, 10 de diciembre de 2022

Crecimiento tendencial del Paraguay de los últimos cincuenta años

A lo largo de la historia del Paraguay, y particularmente en los últimos cincuenta años, se pueden observar tendencias marcadas en la evolución del crecimiento económico. Luego del último periodo de aceleración importante, que se dio entre el 2003 y 2014, hemos ingresado a un periodo de desaceleración, el cual parece reducir el crecimiento económico tendencial hasta un 3% anual.

En un momento anterior de la historia se alinearon la acumulación de factores y las mejoras en productividad y capital humano. Sin embargo, la reciente desaceleración coincide con el término del super ciclo de materias primas, los choques climáticos más frecuentes, la pandemia en el 2020, y más recientemente el conflicto en Ucrania.

Parecen haber efectos permanentes derivados -de alguna manera- de estos eventos al revisar la evolución de la productividad. La baja en la productividad sería coherente con una baja en otros indicadores como el capital humano. A esto se suman nuevas transiciones que van ocurriendo, como un menor aporte de la fuerza de trabajo, lo cual sería el reflejo de un menor crecimiento de la población en edad de trabajar.

Estos factores podrían explicar la reciente reducción del crecimiento tendencial. En el presente trabajo se muestra un análisis de la contabilidad del crecimiento económico, donde se confirma la baja del crecimiento tendencial, explicado por la menor productividad, la desaceleración del aporte de la fuerza de trabajo y la caída del capital humano.

Contabilidad del Crecimiento y tendencias

Para el presente trabajo se utiliza el enfoque de la contabilidad del crecimiento económico, de forma a evaluar el aporte de los factores productivos y de la productividad agregada a la producción.

La contabilidad del crecimiento es un enfoque bastante popular desde su aparición en la década de 1950. El trabajo pionero de Robert Solow (Solow, 1957) mostró la importancia del efecto del residuo o productividad total de los factores como variable determinante del crecimiento económico y concluyó que para comprender el crecimiento es necesario ir más allá de la acumulación de insumos productivos hacia la eficiencia productiva. Kydland y Prescott  (F.E. Kydland, 1982) mostraron el impacto de los choques relacionados a la eficiencia de los insumos productivos como factor importante detrás de los ciclos económicos. Antes, con el trabajo de Gary Becker (Becker, 1962) se pone la mirada sobre la importancia del capital humano y con el trabajo de Romer (Romer, 1986) se visualiza el efecto de los retornos crecientes de escala.

Sobre la literatura relacionada a Paraguay se pueden citar algunos trabajos relevantes que aplican el mismo enfoque. En primer lugar, el trabajo de Fernandez y Monge (Fernandez & Monge, 2004), quienes analizando el periodo 1962-2000 concluyen que el desempeño económico estuvo marcado por el descenso de la productividad total de los factores -a pesar de una acumulación significativa de capital físico- y el fracaso en acumular capital humano. Y el reciente trabajo del Banco Central del Paraguay (BCP), plasmado en algunos Informes de Política Monetaria (Banco Central del Paraguay, 2016-2021), donde se concluye que el crecimiento tendencial se habría reducido hacia un valor promedio de 3,6%.  

Un denominador común en estos trabajos es su enfoque en la descomposición o contabilidad del crecimiento. El análisis de la contabilidad del crecimiento parte de la base de una función de producción con factores linealmente homogéneos, del tipo Cobb-Douglas, con progreso tecnológico. La producción agregada (y), depende positivamente de los siguientes factores: del stock agregado de capital físico (k); de la mano de obra ocupada (l) aumentada con el capital humano (h); y también de la productividad total de los factores (a). La última típicamente se considera como una medida de la eficiencia con la que estos insumos se utilizan en el proceso productivo. Cada factor productivo aporta de acuerdo con su elasticidad correspondiente sobre la producción, donde los aportes -o ponderadores- suman la unidad.

Tomando la expresión original de la función de producción en diferencias logarítmicas se obtienen las tasas de crecimiento de las respectivas variables de la siguiente manera:

 

donde α representa la ponderación para el aporte del capital y, por ende, 1- α, el aporte correspondiente a la mano de obra y su capital humano.

Las teorías recientes del crecimiento endógeno ofrecen una perspectiva más nítida de este residuo denominado como productividad, la cual tendría relación con rendimientos crecientes y efectos derrames del progreso tecnológico. Estas interpretaciones permiten explicar el residuo en términos de gastos en I+D, políticas públicas y otros factores. En cualquier caso, el ejercicio tradicional de la contabilidad del crecimiento sigue siendo útil por su simplicidad.

El trabajo se enfocará en la perspectiva de crecimiento de largo plazo. Aquí se podría distinguir entre la producción potencial, es decir Producto Interno Bruto (PIB) potencial, el cual se refiere a una estimación de la producción que la economía podría generar si todos los trabajadores son ocupados plenamente y el capital también se utiliza a su plena capacidad. Esto sería algo distinto del producto tendencial, o PIB tendencial, el cual sería la producción de la economía cuando los factores de producción se utilizan con una intensidad normal y el nivel de productividad se encuentra en su tendencia. Aunque habría una diferencia sutil, ambos conceptos se refieren finalmente a una perspectiva de la producción de largo plazo.

Para efectos de este trabajo se utilizará el filtro de Hodrick y Prescott (HP), muy conocido y utilizado, con el propósito de separar la tendencia del ciclo de las variables. El filtro HP sería poco efectivo para separar la tendencia de los datos en los extremos, lo que dificultaría el análisis en tiempo real de brechas. En este trabajo se tomarán valores promedios de los resultados de la tendencia, lo cual minimizaría este inconveniente. Se aplicará el citado filtro a las series de capital físico, capital humano, empleo de la mano de obra y productividad total de los factores, para luego construir los datos de la variación del PIB tendencial.

Se utilizan datos del Penn World Table (PWT) en su versión 10, completando los datos del 2020 y 2021 con información oficial del Banco Central del Paraguay (BCP) y del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los ponderadores de aportes de los factores también se toman del PWT.

La evolución del capital humano en Paraguay

La acumulación de capital humano es fundamental para el éxito de los países en materia de desarrollo económico inclusivo. Seguidamente algunas precisiones sobre los datos y la relación del capital humano con los años de estudio efectivo.

En primer lugar, para completar los datos del capital humano se analizó la relación entre dicha variable y los años de estudios de la fuerza laboral ocupada. En particular, se revisó la relación entre los años de estudio ajustado por aprendizaje efectivo (datos del Banco Mundial) y el índice de capital humano del PWT. La serie de años de estudio ajustada por aprendizaje se extrapoló con los datos disponibles del Banco Mundial (del 2010 al 2019).

En el siguiente gráfico se puede ver la relación entre ambas variables. Se puede visualizar una tendencia levemente positiva de ambas series de datos del 2010 hasta el 2019, lo cual en un análisis simple derivaría en una elasticidad de uno en el efecto de los cambios de los años de estudio sobre el capital humano (1). Claro que el capital humano depende de otras variables, pero los años de estudio es una variable generalmente importante.

Solo para contextualizar, se puede ver la evolución de los datos observados del periodo 2010-2019, done el índice de capital humano habría crecido a una tasa del 1,3% anual, mientras los años de estudio por aprendizaje crecieron al 0,5% anual, ambos promedios. Si se toma todo el periodo 1970-2019 para el capital humano, el crecimiento promedio anual se reduce al 0,9%. En cualquier caso, este es un escaso ritmo de crecimiento para el grado de desarrollo del Paraguay.

Un reciente informe del Banco Mundial (BM) (Banco Mundial, 2022) señala que América Latina tuvo uno de los cierres de escuelas más largos del mundo y también las pérdidas de aprendizaje más altas. Estas pérdidas de aprendizaje resultarían en una disminución del 12% de los ingresos a lo largo de toda la vida según el mismo reporte. 

Capital humano y años de estudio efectivo en Paraguay

Fuente: Elaboración propia. * Años de estudio ajustado por aprendizaje de acuerdo con el informe del Banco Mundial y el índice de capital humano estimado sobre la variable anterior.

En el caso de Paraguay, el reporte señala que alrededor del 50% de las entidades educativas estuvieron total o mayormente cerradas entre marzo de 2020 y marzo de 2022. El cambio hacia clases virtuales se dio en un contexto claramente subóptimo, dado por una tasa de acceso a internet de sólo el 25% y la inequidad entre áreas rurales y urbanas, entre otros.

En Paraguay, antes de la pandemia del COVID-19 ya se tenía un promedio de 9,5 años formales de escolaridad de los trabajadores, lo cual ajustado por años de aprendizaje efectivo daba solo 7,1 años. Según el mismo reporte del BM, el cierre de las escuelas habría generado una pérdida de años de escolaridad ajustada por aprendizaje de 1,5 años en Paraguay.

Si se diera la mitad de esa caída estimada en el informe el BM (2), los años de estudio de la población trabajadora caerían a 6,4 años en el mediano plazo y con eso se estima una caída del 10,9% en el índice de capital humano para el periodo 2020-21. Esto es solo una simple estimación, con limitado rigor, que debería ser profundizado dada la relevancia del asunto. Hay que recordar que una caída del capital humano generaría una pérdida de ingresos futuros y mayor inequidad.

Las fuentes del crecimiento

Se analiza la evolución de la tendencia del crecimiento económico (y), desagregando por sus fuentes de acuerdo con el enfoque de contabilidad del crecimiento. Dicha desagregación permite cuantificar el aporte de la inversión en capital físico (k), de la contratación de mano de obra (l), la inversión en capital humano (h) y también el aporte de la productividad o progreso técnico agregado, que sería la productividad total de los factores (a).

El análisis del crecimiento económico cubre los últimos cincuenta años, partidos en lustros, de manera a visualizar las transiciones tendenciales. En estos últimos cincuenta años se pueden apreciar periodos marcados por subas y bajas en el desempeño económico, medido por la tendencia del crecimiento y sus factores explicativos.

En la década del setenta e inicio de los ochenta hubo un alto crecimiento económico, con un promedio que fue levemente superior al 8% entre 1972 y 1981. Esto se sostuvo en un proceso de acumulación de factores, particularmente de mayor capital físico, lo cual claramente guarda relación con la construcción de la represa de Itaipú. Tres cuartas partes del crecimiento económico de dicho periodo se explica por el aporte del capital físico al crecimiento y en mucho menor medida el aporte de la mano de obra y el capital humano. Se destaca la evolución de la productividad total de factores, la cual se habría reducido hacia el final de la década.

En los ochenta, los noventa y hasta 2001, se ve claramente una disminución continua del crecimiento económico hasta el 1,7% anual. El menor desempeño se explicaría en una clara disminución del aporte del capital físico e inversiones, lo que hacia delante resultaría en el atraso de la infraestructura del país. Es también importante la caída de la productividad total de factores, que se movió hacia tasas negativas y también una baja del aporte del capital humano.

Se habría dado un proceso de agotamiento de las fuentes del crecimiento por acumulación de factores, así como por los ajustes derivados del proceso de apertura y liberalización luego de la salida de la dictadura y llegada de la democracia, todo lo cual habría resultado en la baja en la tendencia del crecimiento. En el periodo de 1992 hasta el 2001 se dieron también escenarios de inestabilidad macroeconómica regional, con crisis en el Brasil y Argentina, así como eventos de instabilidad financiera con las crisis bancarias en el ámbito nacional.

En los años que siguieron al inicio del nuevo milenio, luego del 2001, se dio una nueva aceleración de la tendencia del crecimiento económico, alentado por mejoras en productividad y el capital humano, con el aporte de las inversiones todavía en niveles muy bajos hasta el 2006. El mayor ritmo de crecimiento tendencial se habría dado hasta el 2011, con un ritmo de crecimiento económico del 4,2% en el periodo 2007-11.

Hubo reformas institucionales importantes iniciadas en el 2003, que explican parte de la mejora en el desempeño económico. En particular, hubo un punto de inflexión en el manejo de las finanzas públicas, impulsada en la implementación de las leyes de Reordenamiento Administrativo y Adecuación Fiscal, el nuevo Código Aduanero y los ajuste de la Caja Fiscal, las que permitieron llevar el resultado fiscal hacia un superávit desde el año 2004 hasta el 2011. Asimismo, en el ámbito monetario se dio la implementación (todavía experimental) del esquema de metas de inflación (que en el 2011 se adoptó formal y explícitamente).

Crecimiento económico del Paraguay por fuentes, 1972-2021

Fuente: Elaboración propia.

Todo esto brindo mayor confianza y previsibilidad a la economía, lo cual seguramente mejoró el entorno de negocios y explica el aumento del aporte de las inversiones y el capital físico al crecimiento, que empieza a recuperarse en el periodo 2007-11. También se debe reconocer que esta aceleración coincide con la suba de precios internacionales y la mejora de los términos de intercambio, que también pudo haber impulsado las inversiones.

En cuanto al aporte de la mano de obra ocupada, se puede ver una disminución en la tasa de crecimiento desde el 2007. Prácticamente se ha reducido casi a la mitad la tasa de crecimiento y aporte del empleo, lo cual guarda relación con la disminución del crecimiento de la población en edad de trabajar. Esto ilustra la realidad de una transición demográfica que ya tiene un efecto importante en la economía.

Entonces, en la última década se ve una desaceleración del crecimiento de tendencia, hacia una tasa del 3% anual en el periodo 2017-21.  Aquí se da una combinación de factores, con la mejora del aporte de las inversiones que acumulan capital físico, pero con una disminución del aporte de la mano de obra y de la productividad total, con una caída del aporte del capital humano.

El aporte del capital humano habría sido levemente negativo en los últimos cinco años. De hecho, el crecimiento del capital humano se ha venido desacelerando con fuerza desde el 2014, lo cual coincide con el término del ciclo de altos precios internacionales (Super ciclo de materias primas) y su caída reciente también sería efecto del Covid-19 en el aprendizaje.

Se puede notar el crecimiento del aporte del stock de capital físico, el cual parece cobrar fuerza con el énfasis en infraestructura realizado por el actual Gobierno y el Gobierno del periodo 2013-18, dado que el impulso a la inversión pública también puede generar un mayor nivel de inversión privada. Sin embargo, parece ser que dicho crecimiento se ha detenido.

De manera similar al capital humano, se puede apreciar que el aporte de la productividad total de los factores viene bajando su tasa de aporte desde el 2013-14 con más fuerza. Y en el último lustro su aporte habría sido cercano a cero.

Perspectivas finales

En cuanto a las implicancias de política, es pertinente profundizar la mirada sobre el desempeño reciente. En este trabajo surge un crecimiento tendencial que se habría reducido hacia el 3%, lo cual configura un escenario desafiante, más aún con una acelerada transición poblacional que ya se visualiza en el menor aporte de la mano de obra al crecimiento, con menor aporte de la productividad y una caída del capital humano.

Todos estos factores tienen un denominador común que guarda relación con la educación. Y luego del Covid-19 la reforma educativa cobra mayor relevancia, puesto que si se sigue postergando el retraso será aun más importante. El Covid-19 habría significado la pérdida de aprendizaje, lo cual tendría un efecto permanente en el crecimiento de la economía vía un menor nivel de capital humano y menor productividad total de factores. Se necesita un plan de recuperación y de reforma de la educación.

Aunque se tienen buenas perspectivas de inversiones en infraestructura productiva importantes en el sector privado (ej. Paracel (3)), mantener la recuperación de la inversión en capital físico de la última década es importante y requiere afrontar el desafío fiscal para que no se expulse inversión pública y que la misma siga impulsando más inversiones en el ámbito privado.

Hay otros elementos a considerar más allá del enfoque de este trabajo, como el proceso acelerado de transición sectorial en la estructura producción productiva, pasando rápidamente desde una producción mayormente primaria hacia una mayormente terciaria de servicios, sin el suficiente desarrollo del sector industrial. Esto podría ir en detrimento de la generación de empleos de calidad. También podríamos estar atravesando el conocido problema de la trampa del ingreso medio.

Todo lo precedente podría considerarse como hipótesis de factores estructurales detrás de la desaceleración en el crecimiento tendencial, de manera a profundizar el análisis e impulsar políticas económicas que apunten a recuperar el dinamismo en el mediano plazo.

Bibliografía

Banco Central del Paraguay. (2016-2021). Informe de Política Monetaria, marzo del 2016 y de junio del 2021.

Banco Mundial. (2022). Dos Años Después: Salvando a una Generación.

Becker, G. (1962). Investment in Human Capital: A Theoretical Analysis. Journal of Political Economy, Vol. 70, No. 5, pp. 9-49 (41 pages).

F.E. Kydland, E. P. (1982). Time to build and aggregate fluctuations. Econometrica, 50 (6) , pp. 1345-1370.

Fernandez & Monge. (2004). Economic Growth in Paraguay. Inter-American Development Bank.

Romer, P. (1986). Increasing Returns and Long-Run Growth. Journal of Political Economy, Vol. 94, No. 5, pp. 1002-1037 (36 pages).

Solow, R. (1957). Technical change and the aggregate production function. Rev. Econ. Stat., pp. 312-320.



(1) Se estimo una elasticidad, controlada por una tendencia lineal, que resultó en un valor de 1,036.

(2) Supuesto considerando que el efecto afectaría en mayor o menor medida a cierta porción de la fuerza laboral ocupada hacia futuro. 

(3) Proyecto de una productora de celulosa para la producción de papel, con una inversión en planta de US$ 3.000 millones (7,3% del PIB de Paraguay), que dice que generaría 40.000 puestos de trabajo directos e indirectos.