sábado, 30 de junio de 2012

Choque de oferta, gasto interno y políticas macro

La reciente publicación de las cuentas nacionales al primer trimestre del 2012 permite revisar cómo ha evolucionado la economía paraguaya tras el impacto de la sequía en el campo. En particular, se muestra una comparación de este nuevo episodio de sequía con la situación registrada en el 2009.
En el ámbito económico, el término choque o shock se utiliza bastante para aludir a una situación donde se da un cambio fuerte e inesperado en una variable que impacta en el resto de la economía. Dado que se trata de una fuerte caída de la producción agrícola, se denomina choque de oferta.
La sequía del 2009 resultó en una caída del producto agrícola real del 25.0%. La soja, que representa más de la mitad de la producción agrícola, registró una caída del 42.7% en su producción en el 2009. Los números presentados deben ser claros para ilustrar la gravedad de la situación del 2009, que impactó en la economía como un todo, con una retracción del 3.8% del producto interno bruto real.
Un choque de oferta de esta magnitud significa pérdidas de la producción y en los ingresos, con el consecuente efecto negativo en las condiciones sociales. En este nuevo episodio de choque de oferta (2012), la sequía habría resultado en una pérdida de la producción de soja del 51.0%.
Seguidamente se muestran unos gráficos con las dos experiencias de choque de oferta por sequía en la agricultura. Se debe considerar que son datos trimestrales, ajustados para excluir el efecto estacional. Se han calculado índices para hacer más fácil la comparación, identificándose el periodo t con el primer trimestre de cada año analizado. En el periodo t se considera que se inicia plenamente el efecto del choque.
El actual choque de oferta, que se inicia a fines del cuarto trimestre del 2011, resulta al primer trimestre del 2012 con una caída del producto interno bruto real del 2.6%. Esto es menos de la mitad de la caída registrada en el 2009, cuando el impacto en el primer trimestre fue del 5.5%.

Producto interno bruto real sin estacionalidad
Fuente: Elaboración propia con datos oficiales.

Esto no solo significa que el actual choque es menos virulento, sino que la recuperación podría ser más rápida que la experiencia del 2009. En aquel caso (2009), la economía tardó cuatro trimestres para recuperar el nivel más alto pre – choque.
El choque de oferta agrícola tiene implicancias sobre el resto de la economía. Estas tienen que ver con dependencias directas de algunos sectores con la agricultura, así como con actores económicos que indirectamente sufren los efectos o deciden posponer planes de consumo o inversión, ante la expectativa de reducción del ingreso en la economía.
Tanto es así que tras un choque de oferta se puede dar una desaceleración en otros sectores y en el gasto interno. El gasto interno es la suma de gastos en bienes de consumo y los gastos en bienes de capital o inversión. Esto se puede dar en sintonía directa con el choque de oferta, o con alguna demora o rezago menor.
Es lo que se presenta en el siguiente gráfico. El actual choque de oferta trajo consigo una caída del 1.6% en el gasto interno al primer trimestre del 2012. Al igual que en el caso anterior, esta situación es menos grave que la observada en el 2009, cuando tras el choque de oferta se registró una caída del 6.9% en el gasto interno.
También se podría esperar que la recuperación sea más rápida. En el 2009 la economía se tomó tres trimestres para recuperar el nivel más alto registrado antes del choque de oferta. Así como en el caso anterior, esto no significa precisamente que la economía puede compensar el efecto del choque en el mismo año, sino que seguramente el impacto seguirá siendo tan grande como para que la economía registre una caída en el año completo.

Gasto interno real sin estacionalidad
Fuente: Elaboración propia con datos oficiales.

Por qué es importante la evolución del gasto interno? Bueno, no solo porque más consumo es más bienestar hoy, y más inversión es más crecimiento mañana, sino porque esto tiene derivaciones sobre la necesidad de aplicar políticas macro de estabilización.
Normalmente, como se considera que hay rigideces en la economía a corto plazo, cuando se produce un evento negativo se presentan reclamos de medidas por parte del Gobierno, para atenuar los efectos. Ahí surgen las políticas macroeconómicas contra cíclicas, las cuales son expansivas cuando se aplican reducciones de tasas de interés (política monetaria), así como aumentos de la inversión pública (política fiscal), con el objetivo de contener la caída de la economía.
Si la historia hubiera concluido con el primer gráfico, se concluiría que como se trata de un choque de oferta no se requiere de políticas macro expansivas, dado que la economía nos enseña que dichas políticas solo pueden impactar sobre la demanda agregada.
Como muy bien había explicado el colega José Cantero (1), un choque de oferta que significa una caída de la economía y después una recuperación casi automática, no requiere una respuesta de política contra cíclica. Esto parece ser muy difícil de refutar.
Pero, si se considera el efecto sobre el gasto interno, así como las posibilidades de un impacto duradero, se podría argumentar la necesidad de aplicar medidas contra-cíclicas. Esta es una discusión interesante, que requiere de un espacio mayor para su análisis.
Al margen de eso, sea por cuestiones de economía política, relacionadas al lobby de algunos sectores afectados o la misma sociedad que demanda medidas, la autoridad termina aplicando medidas de política macroeconómica contra cíclica (al menos cuando puede).
Es así que en el 2009 se aplicaron medidas de política macroeconómica expansiva para contener la caída de la economía, lo cual se conoció como el plan anti-crisis. Asimismo, tras el actual choque de oferta también se han tomado medidas para impulsar el consumo y la inversión.

Citas
(1) http://www.lanacion.com.py/articulo/67835-la-gran-w-.html