martes, 31 de diciembre de 2024

Desarrollo del mercado de valores


Una frase pertinente atribuida al reconocido inversor Warren Buffett, reza cuanto sigue: "No busco saltar barras de dos metros de alto; busco barras de un pie que pueda saltar". Esta frase ilustra la naturaleza de los procesos de desarrollo económico en general y del mercado de valores en particular.

El mercado de valores (o de capitales o bursátil), es el espacio donde concurren instituciones y personas que comercian títulos valores, que acreditan la propiedad sobre empresas u obligaciones del Estado, entre otros.

Los precios de las transacciones brindan señales a la economía, con información sobre el valor de las empresas y el riesgo soberano, lo que ayuda en una mejor asignación de los recursos y consecuentemente colabora para un mayor crecimiento de la economía.

Mas precisamente, el funcionamiento eficiente de dicho mercado ayuda en la canalización de ahorros hacia las inversiones y en la cobertura o mitigación de los riesgos. Por eso resulta sumamente importante avanzar gradualmente en el desarrollo del mercado de valores.

El presente artículo [*] se centra en algunos aspectos del desarrollo del mercado de valores en el Paraguay. Pero antes de realizar unas consideraciones acerca del desarrollo actual, se resumirán aspectos o características de los procesos de desarrollo de los mercados de valores, para terminar con unas consideraciones finales sobre los desafíos.

Evolución típica del desarrollo

Se realizará seguidamente una breve reseña de los hechos estilizados en el desarrollo del mercado de capitales, de manera que puedan ser adecuadamente valorados los datos sobre el progreso en el Paraguay. Esta sección se basa fundamentalmente en la revisión de algunos documentos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, Mc Kinsey & Company y otros.

En primer lugar, es importante dejar constancia de la relevancia de las precondiciones necesarias para el desarrollo del mercado de valores. Esto guarda relación con tener un contexto político propicio, la estabilidad macroeconómica, una política fiscal y financiera sólidas, así como también una política cambiaria y tipos de interés basados ​​en el mercado. Por supuesto que aquí se considera también el importante rol de la política monetaria en el desarrollo del mercado de dinero, así como de la gestión de la deuda pública para los títulos públicos, todo lo cual permitiría tener precios y curva de tasas [1] que sirvan de referencia.

Dado lo anterior, se podría constatar con la evidencia que, en la fase inicial del desarrollo del mercado de valores, normalmente se comercian en mayor medida títulos de renta fija, como los bonos del gobierno, siendo así normal que sea el sector público el principal emisor de títulos en el mercado primario [2]. Asimismo, otra característica de la fase inicial es el escaso volumen transado en el mercado secundario y la escasa oferta de otro tipo de títulos, como las acciones de las empresas.

Ahora bien, conforme avanza el proceso de desarrollo, las empresas locales empiezan a tomar razón de la oportunidad y mejores costos, con lo cual empiezan a optar con mayor frecuencia por el mercado de valores, emitiendo títulos de renta fija y variable [3].

Es así como gradualmente en una etapa más avanzada del desarrollo se va constituyendo una base más amplia de emisores locales más allá del gobierno, con el desarrollo de las emisiones de las empresas o corporaciones. Eso además de la ampliación del volumen de transacciones y liquidez en el mercado secundario.

También, se va desplegando una base más amplia de inversores institucionales locales más allá de los bancos, con la participación de las compañías de seguros y de los fondos de jubilaciones, los cuales consecuentemente pasan a desempeñar un papel significativo, dada su importante demanda por títulos y disposición por plazos más largos. Los inversores minoristas también comienzan a participar, ya sea directa o indirectamente a través de fondos mutuos.

Si bien el desarrollo del mercado de valores es importante como un motor para el desarrollo de la economía en su conjunto, se podría indagar sobre qué beneficios trae en la práctica dicho desarrollo para el bienestar de las organizaciones y de las personas.

Un mercado de valores desarrollado, avanzado, significa un mercado donde las personas e instituciones tienen opciones para canalizar ahorros y financiar inversiones de manera oportuna y a costos razonables. Estos pueden participar libremente, comprando y vendiendo un amplio abanico de títulos, de renta fija y variable, con esquemas de cobertura, con una regularidad dinámica, con transparencia y razonabilidad de precios, acorde a las condiciones de la economía, y con suficientes niveles de liquidez.

Asimismo, un mercado desarrollado se percibe cuando las empresas o instituciones emisoras están comprometidas con la transparencia e integridad del mercado, cumpliendo cabalmente con los informes públicos, reportes y las obligaciones de la regulación. Es así como las personas e instituciones inversoras tienen información, informes de auditorías y calificaciones de riesgo, así como una clara comprensión de los riesgos que están corriendo en su portafolio de inversiones.

En consonancia con lo anterior, un mercado de capitales avanzado es uno donde también hay canales activos para el flujo de capitales desde y hacia el exterior de la economía. Si bien esto es una decisión de política económica que tiene implicancias sobre la mayor exposición a la volatilidad de los capitales a corto plazo y su eventual efecto sobre el tipo de cambio, tener la posibilidad de ampliar los demandantes en el mercado, es generalmente positivo para el desarrollo del mercado de valores.

Entonces, en un mercado de valores desarrollado hay actores externos, que pueden participar en el mercado con bajos costos de transacción y liquidez suficiente para realizar o deshacer inversiones en títulos en el mercado.

Esta claro que para el desarrollo del mercado de valores será de fundamental importancia un marco legal y regulatorio sólido, así como una infraestructura de mercado que funcione, con una plataforma tecnológica moderna para el intercambio, con una cámara de compensación y de custodias, todas las cuales funcionen articuladamente organizadas.

En ese sentido, la responsabilidad principal del Estado es propiciar las condiciones para que el mercado de capitales funcione adecuadamente. Esto implica el establecimiento del marco legal, la protección de los derechos de propiedad, mediante una instancia de regulación y supervisión que cuente con independencia operativa y presupuestaria adecuada, así como también con los recursos humanos y tecnológicos suficientes e idóneos para hacer su trabajo, preservando un marco normativo estable y previsible.

Evolución reciente del mercado

El mercado de valores del Paraguay se viene desarrollando de manera destacada en los últimos años, aunque todavía se podría situarlo en una etapa incipiente de desarrollo, considerando por ejemplo que las necesidades de financiamiento seguirían siendo mayoritariamente satisfechas por el sector bancario, dado el nivel del crédito bancario al sector privado (48% del PIB en el 2023).

El crecimiento del mercado de valores ha sido significativo en los últimos años, pasando el volumen negociado de representar apenas el 1% del PIB en 2018, unos US$ 250 millones en aquel tiempo, al 10% del PIB en el 2023, es decir unos US$ 4300 millones.

Evolución del Mercado Bursátil

Fuente: Superintendencia de Valores, Banco Central del Paraguay (BCP).

Ciertamente, una parte importante de dicho volumen tiene relación con las operaciones de repo [4], donde dichas operaciones representaron poco más del 80% del total, con lo cual el mercado de emisiones primarias estuvo cerca del 20% del volumen total negociado. Los repos típicamente se utilizan como instrumento para el manejo de la liquidez de los títulos en el mercado.

En los últimos cinco años poco más del 98% del volumen de transacciones tenía relación con los bonos de renta fija, en su amplia mayoría soberanos. Es así como los títulos de renta variable representaron apenas el 1,7% de las transacciones.

Es igualmente oportuno resaltar el aumento de las operaciones extrabursátiles, las cuales alcanzaron un nivel del 10% del PIB en el 2023, donde de vuelta la renta fija alcanzó el 6,7% del PIB en el mismo periodo, mientras que dichas operaciones con títulos de renta variable representaron el 3,3% del PIB en el mismo año.

Estas operaciones extrabursátiles, también conocidas como OTC (Over The Counter), son una forma típica de la operatoria de los mercados, constituyéndose en una opción más de diversificación y eventualmente de mejores rendimientos para los inversores. La mayor parte de las operaciones extrabursátiles tendría relación con el mercado de liquidez de los Certificados de Depósitos de Ahorros (CDA).

Por otro lado, los fondos mutuos también han tenido un crecimiento importante, los cuales invierten en instrumentos de corto plazo, como CDA, mayormente en papeles todavía físicos.

Este tipo de operaciones, así como las demás del mercado de valores, permiten extender el plazo o duración promedio de las operaciones. Según información del 2023, la duración de las operaciones del mercado de valores es de siete años, mientras que en el sistema bancario ese plazo sería de un año.

Comparativo de Tasas con el Sistema Bancario


Fuente: Superintendencia de Valores y Superintendencia de Bancos, BCP.

Aunque puede ser cierto que la extensión de plazos estaría influenciada en cierta medida por las emisiones soberanas, de todas formas, la mayor duración de las operaciones es sumamente importante para el financiamiento a la economía real, reduciendo la incertidumbre.

Extender los plazos es una derivada importante del avance en el desarrollo del mercado de valores, así como también conseguir mejores costos de financiamiento para los emisores.

En el gráfico precedente, se tiene información sobre algunas de las tasas de interés de los créditos y depósitos del sistema bancario, comparado con las tasas de los instrumentos emitidos en el mercado de valores.

En general se puede ver que las tasas y rendimientos han tenido una tendencia a la baja, lo que guarda relación directa con la estabilidad macroeconómica, el control de la inflación y el avance del desarrollo financiero.

Al margen de la coyuntura observada entre el 2020 y 2022, con los choques relacionados a la pandemia y la suba de la inflación, se puede ver que las tasas de los instrumentos del mercado de valores son más bajas que el financiamiento bancario, lo que sería favorable para el financiamiento y para el ahorro.

La tasa de interés o rendimiento de los bonos del mercado de valores a plazos mayores a un año se ubicaron alrededor del 8,9% en el 2023, mientras que las tasas activas para operaciones comerciales y de desarrollo del sistema bancario se habían ubicado en 12,1%.

También tomando las mismas tasas de los bonos del mercado de valores y comparándola con la tasa de los CDA en el sistema bancario, que se ubicaron en poco más del 8,4% en el 2023, se puede constatar que las tasas son más convenientes para los ahorristas.

En cuanto a la llegada de inversores externos, hay informaciones parciales sobre la demanda vía instituciones bancarias, con montos relativamente menores en su conjunto y todavía concentradas principalmente en Bonos del Tesoro.

Volumen transado de Títulos por sectores económicos, 2024


Fuente: Superintendencia de Valores, BCP.

Por otro lado, sobre la vinculación del mercado con los sectores económicos, se puede constatar en el gráfico anterior que cerca de dos tercios del volumen transado de títulos se concentra en el sector financiero, sector público y construcciones, con importancias relativas en ese mismo orden.[**]

Es cierto que en el financiamiento del mercado de valores al sector financiero también hay detrás operaciones con otros sectores, aunque quizás con plazos más cortos, conforme la información previamente citada sobre la duración promedio de las operaciones.

Considerando los datos comparativos, se puede observar que Paraguay todavía tiene niveles de capitalización del mercado bursátil que se encuentra por debajo de otros países emergentes y en desarrollo con ingresos similares.

Por todos los elementos previos, a nivel general se podría caracterizar al mercado de valores del Paraguay como en un estadio de desarrollo inicial, aunque con un crecimiento importante en los últimos años. Para seguir con un proceso de desarrollo más amplio y sostenible, es prioritario fortalecer el marco de regulación y supervisión.

Comparativo de Capitalización con otros países


Fuente: Superintendencia de Valores, BCP, en base a: https://www.bolsadesantiago.com/estadisticas_sintesis; https://www.mae.com.ar/volumenes/#/RF; https://www.b3.com.br/pt_br/produtos-e-servicos/negociacao/renda-fixa/nota-comercial.htm

A medida que el regulador y supervisor de valores entra en una nueva fase, idealmente adoptando la supervisión basada riesgos, es esencial que los poderes legales sean claros y proporcionen suficiente autonomía para poder cumplir cabalmente con su rol de cuidar a los inversionistas y velar por la integridad del mercado.

Propuesta de reforma del marco regulatorio

El reciente traspaso de la Comisión Nacional de Valores a la estructura del Banco Central del Paraguay (BCP), bajo la nueva figura de la nueva Superintendencia de Valores (SV), es un paso notorio para el desarrollo del mercado.

El BCP deberá compatibilizar sus objetivos de forma a consolidar un marco regulatorio sólido que contribuya a la fluidez del desarrollo del mercado, aprovechando las sinergias que podrían generarse en un marco de regulación integral, dada la proximidad de la supervisión bancaria y del mercador asegurador, puesto que todos se ubican bajo un mismo techo.

En esa línea, el BCP ha puesto a consideración de la sociedad la propuesta de reforma del marco legal, mediante la socialización del Proyecto de Ley del Mercado de Valores y Productos. La propuesta consiste en la unificación y simplificación del marco normativo, reforzando las capacidades o facultades del organismo regulador y supervisor, adoptando al mismo tiempo las buenas prácticas internacionales, tomando en consideración las características de país en desarrollo del Paraguay.

En cuanto a la unificación, se trata de condensar en un solo cuerpo legal siete leyes actualmente vigentes, las cuales serían la Ley de Bolsa de Productos (1163/1997), la Ley de Securitizadoras (1036/1997), la Ley de Calificadoras (3899/2009), la Ley de Fondos (5452/2015), la Ley de Modificación de la Bolsa de Productos (5067/2013), la Ley del Mercado de Valores (5810/2017) y la más reciente Ley de la Superintendencia de Valores (7162/2023).

Esto por supuesto obligará a la revisión de todo el marco reglamentario derivado de las leyes citadas precedentemente, entre las cuales se destaca la Reglamentación General del Mercado de la anterior Comisión Nacional de Valores, que todavía sigue vigente.

El objeto de la propuesta de reforma es tal cual se expresa en el texto, el cual consiste en “regular el mercado de valores y productos, los servicios y actividades de inversión con el fin de proteger a los inversionistas, promover y velar por un mercado equitativo, integro, eficiente y transparente, y reducir el riesgo sistémico”.

Al respecto, hay que considerar los Objetivos y Principios para la Regulación de los Mercados de Valores de la Organización Internacional de Comisiones de Valores, IOSCO por sus siglas, la cual es la institución internacional de referencia sobre buenas prácticas.

En consideración de los Principio 2 y el Principio 3 de IOSCO, la propuesta busca dotar a la SV de independencia en términos operativos, con un balance adecuado de funciones, atribuciones y recursos. Asimismo, hay una clara delimitación de las atribuciones del Directorio del BCP, el cual actuará como regulador, mientras que la SV sería el supervisor, de manera similar al arreglo institucional de la Superintendencia de Bancos (SB). Aunque, también el Directorio del BCP podría delegar facultades reglamentarias a la SV.

En líneas generales, el Directorio del BCP tendría las atribuciones de determinar los sujetos que por sus actividades quedan comprendidos bajo la regulación, conceder o revocar licencias para operar a las bolsas de valores y productos, cajas de valores, casas de bolsa y administradoras de fondos patrimoniales de inversión. Para lo anterior, establecería los requisitos mínimos de acceso, permanencia e idoneidad, requisitos de gestión prudencial y prácticas de buen gobierno corporativo.

Por su parte, la SV tendría atribuciones puntuales en materia de autorizaciones, vigilancia y aplicación (Enforcement). En particular, la SV autorizaría la oferta pública de valores, autorizar o revocar el funcionamiento de los supervisados, para lo cual llevará el Registro del Mercado de Valores y Productos, excepto aquellos cuya autorización corresponda al Directorio del BCP.

En materia de vigilancia, la SV podrá dictar reglamentos que le sean delegados por el Directorio del BCP, requerir información y documentación a los supervisados, establecer normas generales de control, contabilidad, gestión, para lo cual definiría los formatos, metodologías y procedimientos.

En relación con la aplicación, la SV podría exigir medidas a las supervisadas, mecanismos de cobertura de los riesgos, así como eventualmente ordenar el cese de actividades no permitidas o irregulares, entre otros.

Otro aspecto importante de la protección a los inversionistas, que se aborda en el proyecto de Ley, pasa por la precisa separación de los fondos de los clientes de los fondos vinculados a los activos de la empresa, de acuerdo con el principio 25 de IOSCO. De la misma forma, propiciar la divulgación de información de calidad de los emisores es fundamental, lo que también se promoverá con el proyecto de Ley.

La propuesta también incorpora requisitos de resguardo de la información reservada y privilegiada. Aquí se destaca que el regulador tendrá facultades para propiciar las finanzas abiertas, mediante el intercambio de información previamente consentida de los clientes, lo cual podría promover la innovación y mejorar los servicios, para lo cual por supuesto se requerirá mejorar los estándares de seguridad.

Asimismo, la propuesta contempla la protección legal de los reguladores y supervisores. Si bien es un asunto que puede resultar complejo en el debate público, es absolutamente necesario para dar cobertura legal al accionar técnico de los profesionales con responsabilidad.

Pero las mayores atribuciones y facultades para intervenciones y sanciones deben venir de la mano con el fortalecimiento de los procedimientos internos y la gobernanza del regulador, y supervisor. Esto es esencial para generar confianza hacia el regulador, con lo cual la reglamentación de estos aspectos será central para dar garantías de un actuar justo, ajustado al marco legal y reducir así el riesgo de disputas legales posteriores.

Consideraciones finales

Por lo que se mostró antes, el mercado de valores tiene que ver con ampliar el financiamiento y los plazos, lo cual es fundamental para las inversiones y el crecimiento de la economía.

Para propiciar el desarrollo del mercado es pertinente aplicar una estrategia integral, la cual debe partir con objetivos claros a mediano y largo plazo, con una visión concreta de los beneficios para el país.

En esa línea, sería oportuno apuntar a reformas que podrían impulsar el desarrollo. La reforma y modernización del sistema de jubilaciones, de las empresas públicas, y la revisión del sistema de los títulos públicos, pueden ser elementos importantes que potencien el mercado con más participantes. Asimismo, propiciar un mayor desarrollo del mercado hipotecario sería otro elemento importante, mediante la profundización del mercado de titularización.

Como se mencionó previamente, la regulación y supervisión debe enfocarse en la protección de los inversores y la integridad de los mercados. Los modelos económicos suponen que los mercados de capitales son razonablemente eficientes y que los precios reflejan valores reales o fundamentales de las instituciones.

En ese sentido, dos aspectos centrales son la adopción de buenas prácticas de difusión de información y el rol de las calificadoras de crédito.

En particular, la adopción de la Normas Internacionales de Información Financiera, vinculada a la contabilidad a valores de mercado, es otro desafío fundamental para que los precios reflejen adecuadamente las condiciones del mercado y los riesgos, lo cual guarda relación con el principio 18 de IOSCO. Adoptar dichas normas sería una clara señal de la vocación del mercado local de integrarse al mundo.

Mientras que, en el caso de las calificadoras de riesgo, estas entidades tienen un rol trascendente en la confianza hacia el mercado, por lo cual es relevante su adecuada regulación y supervisión, lo que constituye un desafío para una gestión anclada en las buenas prácticas. Las calificadoras deben evaluar el riesgo crediticio de los títulos, empresas y entidades del Estado, se supone analizando rigurosamente la información relevante y cuidando los conflictos de interés.

En lo que guarda relación a la evolución hacia una supervisión basada en riesgos, será fundamental reforzar las facultades la SV en cuanto a las sanciones e infracciones. En particular, que la SV pueda intervenir ante riesgos detectados y exigir las medidas pertinentes, para lo cual las normas prudenciales de gobernanzas serán importantes, así como el resguardo de la responsabilidad legal a los supervisores.

Y también será relevante desarrollar las capacidades del supervisor para la formación de su juicio experto. En un esquema de supervisión basada en riesgos, esto es fundamental para tener una clara comprensión de las interrelaciones entre los riesgos, relaciones entre mercados, servicios, productos y entidades.

La propuesta de reforma dotará de mayores facultades al regulador y supervisor, lo cual también requerirá mejorar la gestión de las entidades. En esa línea, hay oportunidades y otros desafíos que guardan relación con la gestión de los riesgos, como los emprendimientos de tecnologías financieras (Fintechs), las finanzas abiertas (Open finance), las políticas para la resiliencia operativa, la ciberseguridad, el riesgo reputacional, entre otros.

Hacia delante, ahondando en la línea de desafíos, una regulación fortalecida desde el BCP, con una mayor sinergia entre las superintendencias que permita un análisis integral de los grupos o conglomerados económicos, así como de los demás riesgos transversales, como los relacionados a la prevención de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, serían aspectos relevantes para resguardar el desarrollo del mercado.

Finalmente, avanzar en contar con un regulador y supervisor sólidos, y autónomos, es un elemento importante en la estrategia de desarrollo del mercado de valores.

 

Referencias

Banco Mundial (2020). Capital Markets Development: A Primer for Policymakers. Washington DC.

Banco Mundial (2019). Practical Guide on the Potential of Capital Markets Development in Small Economies. Washington DC.

Fondo Monetario Internacional (2022). Fortalecimiento de la regulación de los mercados de capitales: avances y deficiencias a nivel nacional. Washington DC.

Foro Económico Mundial (2016). Accelerating Capital Markets Development in Emerging Economies. Ginebra.

Mc Kinsey & Company (2017). Deepening capital markets in emerging economies. Banking & Finance.

Mishkin, F. (2008). Moneda, Banca y Mercados Financieros. México: Pearson Educación.

Nerlich, D. G. (2020). Creating Domestic Capital Markets in Developing Countries. International Finance Corporation.

Organización Internacional de Comisiones de Valores. (2017). Objetivos y Principios de la Regulación de los Mercados de Valores. Madrid: IOSCO.

Stephen Cecchetti, K. S. (2015). Money, Banking and Financial Markets. New York: Mc Graw Hill.



[*] Publicado en la "Revista de Economía y Derecho", Sociedad de Economía y Derecho (SODEUC) de la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción" y el Instituto Paraguayo de Derecho y Economía (IPDE), Volumen III, Diciembre 2024.

[1] La curva de tasas muestra el costo del dinero prestado para diferentes períodos de tiempo.

[2] El mercado primario es el mercado de nuevas emisiones de títulos para captar capital, mientras que en el mercado secundario se negocian títulos previamente emitidos para conseguir liquidez.

[3] Los títulos de renta fija son los bonos, los cuales ofrecen pagos de intereses fijos, mientras que los títulos de la renta variable son las acciones de las empresas, cuyo rendimiento puede variar de acuerdo con los resultados de las empresas.

[4] Las operaciones de repo se refieren a las transacciones donde un título se vende con el acuerdo de recomprarlo a un precio futuro, lo que normalmente se realiza para gestionar la liquidez. 

[**] Se incluyen títulos valores del mercado primario, secundario y repos, relacionado a las acciones, bonos, bonos financieros y subordinados, fondos de inversión y títulos de crédito.